EL GORRIÓN DEL CAFÉ DE ORIENTE

 
 
 
 
El Café de Oriente se ubica en un enclave privilegiado del Madrid de los Austrias, en la Plaza de la que toma su nombre. El edificio fue construido sobre los restos del Convento de San Gil, del S. XVII, cuyas dependencias son hoy los salones del restaurante. Es éste un punto de referencia para multitud de personas que pasan a diario por el mismo. Es un lugar de encuentro empresarial al mediodía y un sitio agradable para charlar mientras se desayuna, merienda o cena.

 

No sólo es visitado por personas, tiene un cliente muy especial que acude a diario. Nos referimos a un gorrión que, cada mañana y aprovechando el momento idóneo, se cuela en el Café atravesando el umbral y las dos puertas. Para todo aquel que no lo crea que entre y lo busque. Se le puede ver encima de los apliques de la luz, comiendo los restos de comida o incluso bebiendo agua en la propia barra. Pasa el día con el personal y la clientela y, a la noche, retoma su vuelo hasta su nido en el exterior.

LA LEYENDA DEL ARQUITECTO DEL PALACIO REAL DE MADRID

 

LA LEYENDA DEL ARQUITECTO DEL PALACIO REAL DE MADRID

Todo el que haya visitado el Palacio Real de Madrid y haya observado concienzudamente su arquitectura y escultura exterior habrá  caído en la cuenta de que el frontispicio nos muestra las ventanas del primer piso adornadas con dos tipos de frontones: unos curvos con veneras y otros triangulares con cabezas.

Hoy nos referimos a la leyenda que envuelven a estos últimos. Para ello, tenemos que hacer algo de historia. Nos remontamos a Felipe V, el rey que mandó erigir el Palacio Real. Su construcción comienza en 1738 a manos del arquitecto Filippo Juvara en los mismos terrenos en los que se ubicaba el destruido Alcázar de la fortaleza árabe.

Juvara muere tempranamente y será su discípulo Sacchetti quien se ponga al cargo de dicha obra. Él será el protagonista de este relato. Cuentan las malas lenguas que el rey, muy celoso de la singularidad de Palacio que se estaba construyendo, le pidió al arquitecto el compromiso de que no volviera a hacer una construcción similar. A lo que Sacchetti se negó.

Ante la negativa, parece ser que Felipe V ordenó que le aprisionaran, le sacaran los ojos y le cortaran los brazos y la lengua con la finalidad de que no pudiera transmitir sus saberes a nadie. Murió en el Palacio años después. Cuentan que hay noches que se oyen gritos en las estancias que ocupó el desgraciado arquitecto.

Dentro de los frontones de los balcones situados en la fachada principal del edificio, se puede observar la cabeza de un hombre, que no es otro –según la leyenda- que el propio Sacchetti. Parece que fue el propio monarca quien dispuso que se honrara la figura del arquitecto después de muerto.

Detalle Palacio Real

 
 
 

Diego García de Paredes

 
 
 

Hijo de Mencía de Vargas y del célebre trujillano Diego García de Paredes, el llamado “Sansón de Extremadura”.

Intentando emular a su padre, e identificado con la responsabilidad que le concernía y como heredero del orgullo castrense, tuvo que adoptar el papel que le correspondía para defender el honor de su apellido y la dignidad de sus ancestros. Aunque lo intentó, si no consiguió emular a su padre fue porque murió cuando comenzaba a destacar como funcionario de la Corona.

Soldado y trotamundos [editar]

Al cumplir los dieciocho años, embarca para el Nuevo Mundo y llega a Nicaragua donde intervendrá en el proceso conquistador de aquellos territorios al mando de Gil González Dávila y de Hernando de Soto con quien pasará a Panamá a principios de 1530.

La conquista de Perú se había emprendido con algunos fracasos iniciales, y ahora se estaba organizando para realizarla con efectividad. Cuando Hernando de Soto y García de Paredes estaban en Panamá llegaba de España Francisco Pizarro al mando de una expedición para tal empresa, en la que de Soto y García de Paredes se sumarían a los expedicionarios.

Decidida la conquista, Pizarro y sus hombres llegaban nuevamente a las costas de Perú, y con algunas dificultades y tropiezos, ciento sesenta hombres caminaban hacia el corazón del Imperio incaico con el firme objetivo de conquistarlo. Una vez que han llegado a Cajamarca disponen las cosas para lograr sus objetivos.

EL BARQUILLERO

 
 
EL BARQUILLERO
 
 
 
 

Vestidos siempre de chulapos, los barquilleros proporcionan esa pincelada nostálgica y castiza en los lugares más comunes. A cuestas con la barquilla y grandes cestas de mimbre repletas de barquillos, nuestro hombre anima a los viandantes a probar suerte y endulzar su paladar. El juego consiste en echar unas monedas a la ruleta de la barquilla.

El barquillero

El que saque la cifra más baja, paga los barquillos para el resto del personal. En el caso de jugar  solo, unas monedas dan derecho a indeterminadas tiradas en la ruleta, teniendo cada jugada un barquillo de premio, salvo cuando la ruleta se detenga en las casillas marcadas con un clavo. En ese caso, el jugador pierde todos los barquillos ganados hasta el momento. Es frecuente verlo en el Retiro, plazas, verbenas, cerca de quioscos  y demás celebraciones. Acostumbra el barquillero a vocear su actividad para llamar la atención de niños, parejas  y demás gentes que pasan por la zona.

El barquillero

Los barquillos se elaboran en las tahonas, hornos y  obradores y están compuestos de masa de trigo endulzada con azúcar o miel. Al carecer de levadura y por la forma de barco del molde, el dulce adquiere forma plana y fina. De ahí su nombre. Con el tiempo, la forma cambió al canuto actual, y surgieron también otros tipos de barquillo al aromatizarlos con canela o limón.

El barquillero

El barquillero llegó a ser una figura tan cotidinana en la sociedad como lo eran el sereno, los tranviarios, las cigarreras o las aguadoras. La presencia de estos personajes, de los que hablaremos en otro momento, era tan común como la que hoy pueda ser el guardia de tráfico o el repartidor de prensa gratuita. En la actualidad solo se ven en lugares como el Rastro, Calle Preciados o Plaza Mayor y, sobre todo, en las verbenas populares de la villa. La familia Cañas (ver imágenes) es una de las que mantiene esta actividad aunque en estos tiempos no se trate de un oficio, sino más bien una tarea temporal. Así que ya sabes, si encuentras a un barquillero en tu camino, no dudes en jugarte un barquillo a la ruleta. Además de endulzarte el paladar, estarás contribuyendo a mantener esta popular figura tan castiza.

PLAZA DE PUERTA CERRADA (MADRID)

PLAZA DE PUERTA CERRADA
 
 
 

Recibe su nombre de la puerta que se encontraba en esta plaza ya que, al estar casi siempre cerrada, adquirió tal denominación. La explicación se debe a que la plaza, de difícil acceso, tenía muchos esquinazos que eran aprovechados por bandoleros para asaltar a las gentes que pasaban por esta zona tan solitaria. Para evitar esta situación, el Ayuntamiento mandó cerrar la puerta hasta que se hubiera poblado el arrabal por esta parte.

Plaza de Puerta Cerrada

Al abrirse de nuevo el acceso, el antiguo nombre perduró incluso cuando se derribó la puerta, llegando hasta nuestros días. En esta plaza, entre las calles Segovia y San Justo, se encuentra una pequeña fuente que sustituye a la que en origen era la del viaje de agua del alto Abroñigal. La cruz actual que preside la plaza es obra de mediados del Siglo XIX. Era zona en la que abundaban las escenas propias de los excesos, por la cercanía de tascas y mesones de la Cava Baja.

Grabado del Siglo XVII que muestra la antigua fuente. Al fondo de la imagen se observa la Cruz de la plaza.

PARQUE DEL CAPRICHO

 
 
 
 

Capricho de Madrid

Templete del Parque del Capricho, unico parque del Romanticismo de Madrid, fotos de los jardines

El Parque del Capricho es poco conocido a pesar de ser uno de los más bellos y el único parque del Romanticismo de Madrid.

la Novena Duquesa de Osuna, retrato de Francisco de GoyaMaría Josefa Pimentel, duquesa de Osuna, casada con el noveno duque de Osuna, Pedro Téllez-Girón, fue una de las damas más importantes de la nobleza de la época, y mecenas de artistas.

En 1783 compró un terreno en las afueras de Madrid para construir una finca de recreo. Un año después, el arquitecto de la corte, Pablo Boutelou, expuso un proyecto inicial para el jardín. Empezó a construirse en 1787, terminándose finalmente 52 años más tarde, en1839. La duquesa falleció sin ver completamente concluido el recinto, en 1834.

Durante la República fue declarado Jardín Histórico, aunque sin muchas consecuencias. Durante la Guerra Civil, se construyeron en el Jardín varios refugios antiaéreos subterráneos, en los que se encontraba el Estado Mayor del Ejército del Centro, comandado por el general Miaja, la posición Jaca. En los alrededores del palacio emergen restos de respiraderos de los refugios.

En 1943, fue declarado Jardín Artístico.

Tras décadas de relativo abandono, en 1974 fue comprado por el Ayuntamiento de Madrid, y en 1985 fue declarado Bien de Interés Cultural. Un año más tarde comenzó una reforma que, en cierta medida, continúa actualmente. El recinto está siendo estudiado para acometer reformas y recuperación que permitan visitar y contemplar más zonas de este hermoso y curioso lugar.

 

EL MARIQUELO (Hoy me lo contó un amigo salmantino)

 
 
 
 

‘El Mariquelo’ volvió a cumplir con la tradición iniciada en 1755, cuando el terremoto de Lisboa, se dejó sentir en Salamanca, la campaña de la Catedral tañó y los salmantinos se refugiaron en la Catedral. No hubo víctimas en la ciudad pero las grietas surgieron en las paredes de la seo y el cabildo catedralicio ordenó a la familia que vivía en el tempo, conocida como ‘Los mariquelos’, subir cada año a la torre a comprobar la inclinación del pináculo.

Desde entonces, y con una leve pausa en el siglo XX, cada 31 de octubre, ‘El Mariquelo’ de turno, asciende hasta el pináculo. Ángel Rufino de Haro, recuperó la tradición hace 22 años y la agrandó subiendo a pulso hasta la veleta, donde cada año toca una charrada, pide por la paz y los desfavorecidos, por los enfermos y por los que sufren, suelta una paloma de la paz y reza el ‘Padre nuestro’.

‘El Mariquelo’ lleva años intentando que esta tradición sea declarada de interés turístico regional sin suerte. La Administración le da la espalda que los ciudadanos no respaldan, e incluso cuenta con fieles que cada año vienen desde Segovia o Cantabria. Hoy, con el paraguas como compañero, cientos de salmantinos y turistas se volvieron a reunir en la calle de la Rúa para ver la hazaña de este hombre, al que un extranjero, no dudó en gritarle "Torero", cuando contra viento y agua, coronó la veleta y cumplió con la tradición.