EL GORRIÓN DEL CAFÉ DE ORIENTE

 
 
 
 
El Café de Oriente se ubica en un enclave privilegiado del Madrid de los Austrias, en la Plaza de la que toma su nombre. El edificio fue construido sobre los restos del Convento de San Gil, del S. XVII, cuyas dependencias son hoy los salones del restaurante. Es éste un punto de referencia para multitud de personas que pasan a diario por el mismo. Es un lugar de encuentro empresarial al mediodía y un sitio agradable para charlar mientras se desayuna, merienda o cena.

 

No sólo es visitado por personas, tiene un cliente muy especial que acude a diario. Nos referimos a un gorrión que, cada mañana y aprovechando el momento idóneo, se cuela en el Café atravesando el umbral y las dos puertas. Para todo aquel que no lo crea que entre y lo busque. Se le puede ver encima de los apliques de la luz, comiendo los restos de comida o incluso bebiendo agua en la propia barra. Pasa el día con el personal y la clientela y, a la noche, retoma su vuelo hasta su nido en el exterior.

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