El filósofo meditando

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Este cuadro de Rembrandt, Filósofo meditando, realiza una composición de marcada simetría en torno a dos personajes, el filósofo, cuya figura destaca por recibir la iluminación del ventanal que irradia una luz dorada, y la mujer, en el otro extremo, ocupada en avivar el fuego, debajo de la escalera, y cuyo rostro se ilumina también por el resplandor de este. El eje de simetría es la aparatosa y amplia escalera de caracol, que centra la composición, y que muestra un camino ascendente que no es ajeno al contenido de la obra.

Este anciano con barbas, en actitud de humilde meditación, subrayada por la sobriedad del contexto, acaba de dejar la lectura de los libros que posan sobre la mesa, y está ensimismado reflexionando sobre lo que ha leído.

Está escribiendo de otro modo el texto de la lectura, sumergido en su mundo interior, abierto a otro texto imaginario y profundo, pero ignoto que permite ascender su mente a planos de elevación.

El cuadro tiene una atmósfera de misterio, acentuada por la oscuridad sobre la que aparece la escena, que da la impresión de caverna platónica.

Reflexiones

CONDICIONES PARA VIVIR MEJOR

Si quieres bendicion , empieza a ser obediente

Si quieres ser respetado, debes respetarte a ti mismo, y a los demás.

Si quieres guiar a otros, debes aprender primero a dominarte a ti mismo.

Si quieres que te amen , empieza a amar a los demas  y no solamente a los que aprecias

Si quieres amigos , debes mostrarte amigo.

Si quieres justicia, se siempre justo con los demás.

Si quieres consideración, se siempre considerado con los demás.

Si quieres ser fuerte, se apacible pero valeroso.

Si quieres conservar tú reputación, busca buenas compañías.

Si quieres ser popular, nunca hables mal de tú prójimo.

Si quieres recibir , empieza a brindar

Estas son solo algunas condiciones para que tu vida tenga un cambio , y las bendiciones se noten cada dia mas.

Dios los bendiga y gracias por sus comentarios

 

Puedo tocar tu mano sin que tiemble la mía,
y no volver el rostro para verte pasar.
Puedo apretar mis labios un día y otro día…
y no puedo olvidar.

Puedo mirar tus ojos y hablar frívolamente,
casi aburridamen te, sobre un tema vulgar,
puedo decir tu nombre con voz indiferente …
y no puedo olvidar.

Puedo estar a tu lado como si no estuviera,
y encontrarte cien veces, asi como al azar…
puedo verte con otro, sin suspirar siquiera,
y no puedo olvidar.

Ya vez: Tu no sospechas este secreto amargo,
mas amargo y profundo que el secreto del mar…
porque puedo dejarte de amar, y sin embargo…
no te puedo olvidar!

 

 

 

 

LA LEYENDA DELCRISTO DE LA VEGA

 
 
 
 
 
 
 
 
 
Extramuros de Toledo estaba la basílica pretoriense dedicada a Santa Leocadia, por estar allí enterrada aquella santa. De la basílica visigoda, erigida por Sisebuto en el siglo VII, donde se localiza la aparición de la santa al Arzobispo Ildefonso, no quedan ni vestigios. 

Al edificio actual le precede un amplio atrio, que sirve de cementerio a los canónigos de la Catedral y comunica con la iglesia, cuyo ábside data del siglo XIII. Allí se venera desde tiempo inmemorial el famoso Cristo, con el brazo desclavado y cuya leyenda recogen las crónicas del siglo XVI. Pero fue Zorrilla, el poeta romántico, el que lo popularizó, al escribir el largo y hermoso poema en el que Diego Martínez, antes de ir a la guerra, promete bajo juramento desposar a su vuelta a Inés de Vargas.

Tras años de espera, a su retorno, ya capitán, Diego se niega a desposarse. Inés reclama justicia e invoca como testigo al Cristo de la Vega. Jueces y notarios bajan a la ermita y, a las preguntas del Juez, el Cristo da testimonio de la promesa al desclavar su mano de la cruz para posarla en la Biblia que le presentaba el juez, desmintiendo al perjuro que negaba su voto.

Leyendas aparte, la imagen representa a Cristo muerto en la Cruz, con el brazo derecho descolgado del madero. El primitivo Crucificado del siglo XVI fue destruido por las tropas napoleónicas durante la Guerra de la Independencia (1808-1814). En 1824 es bendecida una nueva talla que sería partida en numerosos trozos durante la Guerra Civil y que Bienvenido Valverde restauró en 1938.

JUAN BAUTISTA MAÍNO

Personaje

 
Pintor genérico 
Maíno, Juan Bautista
Nacionalidad: España
Pastrana 1578 – Madrid 1649
Pintor
Estilo:
Barroco Español
Escuela: Barroco madrileño , Escuela Española

Obras: 3
Fray Juan Bautista Maíno fue dominico y pintor. Se ha querido pensar que aprendió con El Greco, aunque no está demostrado. Se formó en Italia, durante 1600-1610, donde conoció la pintura de Caravaggio y de Carracci. Acudió a Madrid en 1620, llamado por Felipe III, que apreció sus cualidades, aprendidas en Italia y desarrolladas en Toledo, para que fuera el maestro de dibujo del futuro Felipe IV, bajo cuyo reinado conoció a Velázquez, a quien protegió. Casi toda su obra es religiosa. Destacan dos óleos de gran tamaño, pintados ambos en 1612, y que hoy se encuentran en el Museo del Prado. Se trata de la Adoración de los Magos, por un lado, y la Adoración de los Pastores, por otro. En ellos se aprecia la influencia del caravaggismo, que conoció de primera mano durante su visita a Roma.
 
                

LUIS DE MORALES (PINTOR EXTREMEÑO)

 
 
 

Luis de Morales

 

Virgen con Niño (Museo del Prado).

Luis de Morales (Badajoz, Extremadura, 1509[1]1586[2] ), es un pintor español de estilo manierista.

Debido a la fama que disfrutó en vida y a la predilección por temas religiosos en sus obras, fue llamado «El divino Morales». Desarrolló su actividad en un relativo aislamiento en Extremadura, si bien sus obras se distribuyeron por la península.

En su pintura se observa un alargamiento de las figuras y el uso de la técnica del esfumado leonardesco, lo cual hace pensar en influencias de escuelas pictóricas extranjeras. No obstante, debido a su particular estilo de representación su obra es fácilmente identificable.

ADELARDO COVARSÍ (PINTOR)

 
 
 
 
 Adelardo Covarsí, nació en Badajoz el 24 de abril de 1885.  

Casi veinte años después, en 1903, entró a formar parte de la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Dibujo de Madrid, en la que permaneció durante cuatro años, completando su formación con continuos viajes por España, Italia, Francia, Inglaterra y Portugal. Culminada la etapa formativa volvió a la ciudad natal para ejercer como profesor de dibujo de la Escuela de Artes y Oficios, mientras participaba con asiduidad en las exposiciones nacionales de pintura, hasta que en 1948 fue reconocida su labor con una medalla de honor.

 

Oleo

La vida de Covarsí, estuvo íntimamente unida a su lugar de origen, pues además de la labor docente, consiguió la dirección de la Escuela de Artes de Badajoz y se erigió en uno de los fundadores del Museo Provincial de Pintura. Los últimos años de su vida desarrolló una importante actividad retratística dadas las buenas relaciones que cosechó en la sociedad  pacense del momento.

Su obra se caracteriza por un marcado carácter costumbrista, en que abundan los paisajes y tipos de la región, desde un inicial y tímido estilo impresionista hasta la madura manera tradicional de los años centrales de su carrera, de subrayado verismo. Covarsí murió en Badajoz en 1951.

 

RINALDO Y ARMIDA

 
 
 
 
 
Detalles de la imagen ‘Rinaldo y Armida. Tiepolo. 1753
 
  • Historia: La escena narra el amor de Armida, la hechicera, y Rinaldo, un guerrero perdido que descansaba y se encontró con ella. Ambos se enamoraron y vivieron juntos hasta que dos guerreros fueron en busca de Rinaldo y le enseñaron con un espejo cuál era su verdadera naturaleza de ociosidad. Él volvió con sus guardas.
  • Obra: La obra proviene de la literatura, en concreto de la Jerusalén liberada, de Torquato Tasso.
  • Cupido: Cupido representado como un angel alado es protagonista de la escena.
  • Guerreros: Entre la arquitectura vemos a los dos guerreros que vienen por Rinaldo.
  • Pájaro: Se trata de un papagayo, ave exótica que insinúa el lugar mágico donde viven.