IFIGENIA

 
IFIGENIA
 
 
 
Ifigenia, en la mitología griega, hija mayor de Agamenón y de Clitemnestra. Antes de la guerra de Troya, cuando las fuerzas griegas se preparaban para zarpar de Áulide a Troya, un fuerte viento del norte retuvo a los mil navíos griegos en el puerto. Un adivino reveló que Ártemis, diosa de la caza, estaba furiosa porque los griegos habían matado a uno de los animales salvajes que ella protegía. La única manera de apaciguar a la diosa y obtener vientos favorables para zarpar era sacrificar a Ifigenia. Agamenón, enardecido por su ambición de conquistar Troya, aprobó el sacrificio. Hizo llamar a su hija a Micenas, diciéndole que se casaría con Aquiles, el mayor de los héroes griegos. Cuando la muchacha llegó a Áulide, la llevaron al altar de Ártemis y fue inmolada. De inmediato, el viento del norte dejó de soplar y los barcos griegos zarparon hacia Troya.
En las tragedias del autor griego Eurípides, Ifigenia no es sacrificada. Ártemis, que no permitiría que su altar se manchara con sangre humana, la sustituye por una cierva y lleva a Ifigenia a Táuride (actual Crimea). Allí se convirtió en la sacerdotisa principal del templo de la diosa. Pasados muchos años, Orestes, su hermano, la rescató y volvió con él a Micenas.

APOLO

 
 APOLO
 
 

Dios del vaticinio y de la música; dios pastoral, cuyos amores con las Ninfas y los mancebos lo unen íntimamente con la vegetación y la Naturaleza; pero tambíén es un dios guerrero capaz de enviar desde lejos una muerte rápida y dulce.

DIOSA GEA

 
DIOSA GEA (MADRE TIERRA)
 
 
 
 Urano cubrió a Gea, la Tierra, que produjo innumerables hijos, de los que el menor era Crono. Cansada de dar a luz, Gea consiguió la ayuda de Crono, que amputó los genitales de su padre con una hoz y los arrojó al mar. Crono se casó a continuación con su hermana Rea, pero como sabía que estaba destinado a su vez a ser destronado por uno de sus hijos, se comió a sus primeras tres hijas y dos hijos tan pronto como nacieron. Cuando se quedó embarazada de Zeus, Rea escapó a Creta y dio a luz en una gruta del monte Ida; dejó allí al niño al cuidado de las ninfas, mientras que ella regresó junto a Crono y le presentó una gran piedra envuelta en mantillas, que él se tragó creyendo que era su hijo recién nacido.

Cuando Zeus creció, obligó a su padre a vomitar a todos sus hermanos y hermanas mayores; después ellos le declararon la guerra a Crono, venciéndolo y confinándolo para siempre en las profundidades del Tártaro, bajo la superficie de la Tierra.

Seguidamente, Zeus y sus hermanos hicieron partes para determinar cómo se tenía que dividir su poder. A Posidón le tocó el control y dominio de los mares, mientras que a Hades le correspondió el no menos importante poder sobre el mundo subterráneo y sobre la muerte; por su parte Zeus consiguió la soberanía sobre todo, gobernando la tierra y el cielo. Sus tres hermanas eran Hestia, diosa del hogar; Deméter, diosa de los cultivos y el grano, y Hera, la esposa de Zeus.

Hera, mujer de Zeus, parió a Ares, el dios de la guerra, y el cojo Hefesto; también a Hebe, diosa de la juventud, y a ilitía, diosa de los partos. Hay muchas versiones sobre el nacimiento de Afrodita, la diosa del amor, una de las cuales nos cuenta que nació de la espuma cuando Crono arrojó al mar los genitales de Urano.

Atenea, diosa de la sabiduría y de la guerra, era la hija de Zeus y Metis, la personificación del consejo; su nacimiento fue inusual, porque cuando Metis estaba embarazada, Zeus supo de una profecía según la cual, si daba a luz a una niña, a continuación tendría un hijo que gobernaría el universo. Por eso, Zeus se tragó a Metis, y, pasado el tiempo, Atenea surgió de la cabeza de su padre plenamente desarrollada y totalmente armada con la ayuda de Hefesto, que se encargó de abrir la cabeza de Zeus.